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El eje intestino-cerebro: impacto de la microbiota en la salud mental

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Imagen de referencia tomada de https://unsplash.com

¿Sabías que tu microbiota intestinal tiene influencia en los mecanismos de señalización nerviosa, endocrina e inmunitaria?, ¿Estabas al tanto de que nuestro intestino tiene su propio sistema nervioso, conocido como ‘el segundo cerebro’? Te invito a explorar cómo la interacción entre la microbiota y el sistema nervioso entérico afecta la salud mental y la fisiología cerebral. 

Para comenzar, la microbiota intestinal es un conjunto complejo y numeroso de microorganismos, incluyendo bacterias, hongos, virus y arqueas, que residen en el tracto gastrointestinal. Factores como dietas bajas en fibra o altas en azúcares y grasas, la edad, las diferencias genéticas interindividuales, la higiene y el entorno, el consumo de algunos medicamentos y otros xenobióticos,  así como la lactancia y el modo de nacimiento (parto natural vs. cesárea), entre otros, pueden ocasionar alteraciones en su función y composición, llamadas disbiosis. Sorprendentemente, algunas enfermedades neurológicas, metabólicas e intestinales como el Alzheimer, Parkinson, trastorno depresivo mayor, diabetes mellitus tipo 2, obesidad, colitis ulcerosa, síndrome de intestino irritable y los trastornos de la conducta alimentaria, tienen un síntoma en común: la disbiosis. 

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Teniendo en cuenta esta conexión entre el intestino y el cerebro, múltiples investigaciones se han centrado en dilucidar las funciones de la microbiota y su relación con la prevención de estas enfermedades. En primer lugar, la microbiota tiene una función metabólica en la producción de ácidos grasos de cadena corta a partir de la fermentación de los carbohidratos, síntesis de vitaminas del complejo B y vitamina K, digestión de otros macronutrientes como lípidos y proteínas, así como en la transformación y aprovechamiento de polifenoles y otros compuestos bioactivos. En segundo lugar, la microbiota posee una función inmunológica, asociada a la activación de los linfocitos T, producción de inmunoglobulinas y factores proinflamatorios, secreción de hormonas, neuropéptidos y neurotransmisores. Además, posee una función fisiológica relacionada con el recambio celular y los procesos de apoptosis, y finalmente, una función de barrera que regula el paso de distintos componentes desde la luz del intestino hacia el torrente sanguíneo.

Pero, ¿cómo se relacionan las alteraciones en la microbiota con las enfermedades mencionadas anteriormente? Los estados de disbiosis modifican la permeabilidad de la membrana gastrointestinal, permitiendo el paso de toxinas, mediadores inflamatorios y microorganismos hacia el torrente sanguíneo, generando incremento en los niveles de cortisol y la activación del sistema vagal, asociado con el padecimiento de enfermedades neuropsiquiátricas, cambios en el estado de ánimo y dificultad para el control de las emociones. Por otra parte, las disbiosis afectan la capacidad de algunos microorganismos intestinales para producir neurotransmisores como la serotonina, el ácido gamma-aminobutírico (GABA) y la dopamina, los cuales son cruciales para la regulación del estado de ánimo, la ansiedad y otros procesos cerebrales.

Imagen de referencia tomada de https://unsplash.com

Por tanto, si deseas contribuir al mantenimiento de tu salud mental, deberás promover el buen estado de tu microbiota con algunos consejos de nutrición que enumero a continuación:

  1. Consume una dieta rica en alimentos con altos contenidos de fibra, como las frutas, verduras, frutos secos, legumbres y cereales integrales.
  2. Reduce el consumo de alimentos procesados, altos en azúcares y grasas saturadas como dulces, gaseosas, harinas refinadas, margarinas.
  3. Incluye alimentos con probióticos como el yogur, kefir, queso, encurtidos y otros alimentos fermentados. 
  4. Evita el consumo de alcohol, tabaco y antibióticos de manera irracional. 
  5. Reduce el estrés, practica ejercicio a diario y ten un buen estado de hidratación.

Referencias

  • Cryan, J., Dinan, T. Mind-altering microorganisms: the impact of the gut microbiota on brain and behaviour. Nat Rev Neurosci 13, 701–712 (2012). https://doi.org/10.1038/nrn3346
  • Gómez-Eguílaz M, Ramón-Trapero JL, Pérez-Martínez L, Blanco JR. El eje microbiota-intestino-cerebro y sus grandes proyecciones. Rev Neurol 2019;68 (03):111-117
  • Sharon G, Sampson TR, Geschwind DH, Mazmanian SK. The Central Nervous System and the Gut Microbiome. Cell. 2016 Nov 3;167(4):915-932. doi: 10.1016/j.cell.2016.10.027. PMID: 27814521; PMCID: PMC5127403.
  • Valles-Colomer, M., Falony, G., Darzi, Y. et al. The neuroactive potential of the human gut microbiota in quality of life and depression. Nat Microbiol 4, 623–632 (2019). https://doi.org/10.1038/s41564-018-0337-x 
Angie Tatiana Robayo Medina
Angie Tatiana Robayo Medina@angietatianarobayomedina
Química Farmacéutica egresada de la Universidad Nacional de Colombia, con especialización en Dermocosmética Aplicada de la Universidad de Barcelona, Magister en Ciencias Química y candidata a Doctora en Ciencias Química. Experiencia investigativa en el estudio y bioprospección de los productos naturales vegetales y fúngicos, metabolómica, diseño y estandarización de bioensayos, y en formulación de formas cosméticas. Experiencia de más de 10 años como docente en instituciones universitarias en los programas de Tecnología en Regencia de Farmacia, Pregrado en Química y Farmacia en áreas como Dermocosmética, Química Orgánica, Farmacia Magistral y Bromatología.
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