Han comenzado las clases de Karate en SALESIANA. ‘El camino de la mano vacía’ lo lidera el profesor y cinturón negro Camilo Navarro. Un reto de fuerza y flexibilidad.
Camilo Navarro, profesor de Ingeniería y profesor de Karate (por inverosímil que parezca) cuenta del 1 al 10 en japonés como medida de todo movimiento. 11 estudiantes y un profesor aprendieron que el Karate (del japonés 空手, karate; literalmente, ‘mano vacía’) es el arte de usar el cuerpo para defenderse.
Con su kimono de karate karate-gi ( 空手 着 o 空手 衣 ), Camilo realizó unas pruebas de estiramiento para medir la fuerza y flexibilidad de sus pupilos. Respiraban agitados, pero motivados con el calor del esfuerzo y el clima. ¿La clase del 8 de febrero? Se resumió en el recorrido del ‘camino de la mano vacía’ o Karate do: no se requiere ningún arma para defenderme. El cuerpo es lo único que se usa para defenderse.
Age-uke (上げ受け), defensa ascendente; Soto Uke (外受け), defensa media; Uchi Uke (内 腕 受 け), defensa frontal y el Gedan Barai (下段払い), bloqueo descendente fueron algunas de las técnicas que el profesor enseñó con esmero para enseñarles cómo «transformar la fuerza de apoyo de sus pies hasta sus brazos». Con la consciencia un poco más abierta sobre la importancia del estiramiento, la resistencia de la fuerza y entrar en la técnica del Karate terminaron en el ritual del Mockutso = cerrar los ojos. “Perfeccionando el carácter estaremos serenos para resolver sus problemas”, Camilo develó la intensificable levedad de este arte marcial esperando convencer a sus pupilos de una próxima sesión.