La agroindustria desde la perspectiva ingenieril, en materia de educación superior, se presenta como una propuesta novedosa que asegura una alta de empleabilidad frente a los programas tradicionales y que responde a las necesidades del país.
Los índices de pobreza, la tasa de desempleo y la cantidad de importaciones de productos agrícolas en un país como el nuestro en el que las condiciones climáticas y del suelo son propicias para la cosecha de muchos alimentos, dejan al descubierto una problemática social que se extiende desde lo económico hasta lo socio político y cultural, atravesando el sector educativo.
La agroindustria representa una parte importante de la economía nacional, sin embargo, los esfuerzos por tecnificarla y mejorar los procesos aún son escasos.
Por otra parte, es cierto que en los últimos años las oportunidades para ingresar a la educación superior han aumentado, sin embargo los jóvenes y adultos se siguen inclinando por programas profesionales que tienen poca demanda en el mercado, mientras tanto, el sector agrícola que representa cerca del 6,3% del PIB y tiene un crecimiento vertiginoso periódicamente, busca talento humano de calidad, pero la cantidad de profesionales en este sector es muy baja.
Las cifras las reveló un estudio hecho por la decanatura de la Facultad de Ingeniería de nuestra universidad y se complementa con lo que se evidencia en el sector real según el presidente ejecutivo de Fedepalma.
El programa de la Dirección de Comunicaciones de la Universidad – SALESIANA EN LOS MEDIOS- compartió esta información con observatorios de información universitarios y medios de comunicación.
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