Los recientes avances en esta nueva tecnología han obligado a que la educación en I.A busque visibilizar la importancia de entender sus funcionalidades y los posibles riesgos al aprendizaje y la innovación. El profesor Jesús Alberto Delgado Rivera, de la Facultad de Ingeniería de la UNAL, explicó que “en sus inicios la IA se basó en una categoría de reglas creadas por expertos para resolver problemas específicos y luego se empezaron a explorar modelos denominados paramétricos que incorporan ecuaciones matemáticas con diversos parámetros, y estos son los que hoy se están utilizando para el reconocimiento de imagen, de voz y otras actividades”.

El razonamiento computacional, más que entenderla como inteligencia artifical, es una oportunidad para el director de ingenierías de SALESIANA, Camilo Navarro: “Lo más peligroso para la humanidad es la pérdida de los trabajos, pero porque hemos basado la lógica de la vida en los logros laborales”, Navarro expusó investigaciones científicas sobre la teorización de la fuerza laboral y la estabilidad emocional que concluyen una verdad obvia: el trabajo no es el significado de su existencia y al momento de morir nadie se arrepiente de no haber trabajo lo suficiente. “Los trabajos operativos serán reemplazados por I.A., pero saldrán otros trabajos preocupados por su operación; a su vez, fortaleciendo más los trabajos estratégicos y creativos”.