Hace poco más de una década la forma de ver al mundo cambió por completo, los sistemas de información, las cadenas de distribución y el consumo de energía entraron en jaque y el mundo agitado de la modernidad convulsionó aún más dando paso a una sociedad global que trazó el desarrollo sostenible como eje central de los objetivos del milenio.
La migración a lo digital fue apurada, las empresas se ocuparon afanosamente de computarizar decenas de documentos en físico y el crecimiento significativo de la población mundial obligó al diseño de estrategias que aseguraran el acceso a los alimentos y las fuentes hídricas; y en la Unisalesiana, desde el sector educativo, pensamos y ofertamos programas que formen profesionales para garantizar a las futuras generaciones seguridad alimentaria, energía, movilidad e inteligencia artificial basada en datos desde nuevas perspectivas y en equilibrio con el medio ambiente y con la intimidad de cada espécimen.
Lo anterior, no es nada más que un brevísimo resumen de los temas interesantes que se expusieron y trataron durante el desarrollo del primer webinar de ingeniería con expertos ‘ingeniería con consciencia social’, sin duda alguna, el punto clave de los tres expertos (Lobzang Zapata, Edward Beltrán y Óscar Hernández) fue el impacto social de la ingeniería y la construcción de sociedad más justas y equitativas en un país como Colombia.
Por su parte, Óscar Hernández, experto en energías denominó las energías renovables como todas aquellas fuentes de energía que se derivan de procesos naturales y por lo tanto son en su mayoría casi infinitas; la importancia de innovar en energías está dada por el consumo per cápita diario; en un mundo hiperconectado como el de ahora en el que la energía eléctrica poco amigable con el medio ambiente resulta el centro de las actividades de todas las personas; ya no sólo usamos la energía para los electrodomésticos y las bombillas, sino que la hiper compra de dispositivos y el uso constante de los mismo ha hecho que el consumo de energía por individuo se multiplique cuatro o cinco veces más que hace diez años.
A esto, debemos sumarle que los recursos finitos cada vez más escasos del medio ambiente se están racionando, por lo que en palabras de Hernández, las tasas de explotación de los recursos no deben superar las tasas de renovación del mismo; y todas las emisiones de lo que consumimos y producimos no deben ser superiores a la capacidad del ecosistema para asimilarlas; mediante la ingeniería energética es posible lograr un mundo de consumo energético equitativo que garantice el equilibrio entre el medio ambiente y las prácticas humanas. Las energías limpias van más allá de las conocidas y desde el programa ofertado por Unisalesiana es posible que los estudiantes conozcan más formas de energía y desarrollen sus propios proyectos al respecto; la ingeniería energética tiene mucho potencial para realmente cambiar el mundo y dejar una huella que haga la diferencia.
Desde la ingeniería agroindustrial, existe la oportunidad de alargar la vida útil de los alimentos y los productos que vienen de la tierra para garantizar seguridad alimentaria a todas las poblaciones. En un país como el nuestro, marcado por las brechas económicas y de acceso a la alimentación, más del 30% de la población total consume solo una o dos comidas al día a pesar de ser un país netamente agrícola; la ingeniería agroindustrial es la posibilidad de impactar positivamente en los entornos vulnerables transformando las materias primas y dándoles un valor agregado para mejorar la calidad de vida de quienes, siempre, han estado segregados. Según Lobzang Zapata, la importancia de la agroindustria está dada por la necesidad de brindar alimentos limpios y orgánicos y reducir pérdidas.
Finalmente, Edward Beltrán, ingeniero informático y experto en análisis de datos, considera que la ingeniería informática es la oportunidad para ir más allá de la programación y la necesidad de contar con ingenieros informáticos se basa en que ya la computación no es un sector aislado en el mundo sino que hace parte de la vida en sociedad, a diario estamos recibiendo y suministrando millones de datos, dejando rastros e información sobre nosotros en la web y aún hay una incapacidad muy grande de parte de las empresas para procesar esos datos y traducirlos a bienes, servicios y ofertas; por lo que la ingeniería informática tiene las respuestas. La ingeniería informática, además, implica un aprendizaje automático de los sistemas y de las redes y enseña a su vez a aprender a aprender, metodologías pedagógicas en la academia que están implícitas en la nueva era.