“Acompañar a los jóvenes para decidir, y formar para hacerlos capaces de integrarse a una sociedad”. La filosofía de San Juan Bosco que orienta la obra salesiana es el eje central sobre el que se concibe la catedra de salesianidad que se imparte en los primeros semestres para todos los estudiantes de la Fundación Universitaria Salesiana. Y es que, en tiempos de crisis, como los actuales, dar con el corazón resulta una opción clave para garantizar sociedades sanas y justas.
Para el cierre del curso, el pasado 31 de mayo, los estudiantes de II semestre acompañaron una jornada del Centro Juan Bosco Obrero con el fin de conocer el funcionamiento y la realidad de una obra salesiana y poner en práctica lo aprendido durante el semestre. Uno de los aspectos más destacables al respecto fue no solo llegar hasta una de las comunidades periféricas más apartadas de la ciudad, con difícil acceso después de un largo recorrido, sino comprender las realidades de las personas que son beneficiarias de la obra.
Juan Bosco Obrero funciona como una escuela de artes y oficios a la que los jóvenes, con dificultades económicas, llegan con el fin de aprender alguna ocupación técnica para tener más oportunidades de empleo y seguir desarrollándose socialmente. Para los estudiantes unisalesianos, esta visita guiada fue una experiencia de convivencia que visibilizó las brechas sociales que impactan con mayor fuerza a comunidades marginadas. De acuerdo con el docente de la cátedra, la salida también sirvió como un primer acercamiento para la proyección social de la universidad que busca relacionarse con las otras obras de la comunidad, ya existentes.
La actividad fue dirigida por el profesor César Maldonado, coordinador de proyección social y el Padre Fabián Riveros, profesor de la cátedra. Sin duda, fue un trabajo enriquecedor y de mucho aprendizaje que permitió conectar diferentes entornos.
