Ha concluido la primera semana de vuelta a clases para el 2023-1 y la atmósfera está renovada y, aunque el cuerpo de SALESIANA es pequeño, su espíritu es grande.

Un sol dejó la fachada del Ed. de Aulas y Laboratorios empapada de luz. En un ambiente optimistamente relajado, los estudiantes salieron y entraron de sus clases parados al borde del tiempo académico. El comienzo de clases los motiva a contar sus experiencias pasadas y el viernes los obliga a “celebrar que ya pasamos, o en efecto que perdimos, pero tenemos que celebrar”.

En la Plazoleta, Esteban Estrada y sus amigos hablaban sentados encima de las mesas de  metal mientras Natalia Gil, Laura Rozo y Sandra Torres tomaban un refrigerio para el cambio de clases. Enfrente del Ed. de Aulas y Laboratorios el club de lectura, precedido por la profesora Alejandra Restrepo, tuvo sesión en el pasto. Daniel Quiroga, Germán Veloza y Karen Jimenez hablaban sobre Jóvenes Escritores Latinoamericanos, una antología de 39 escritores menores de 39 años del Hay Festival. En una historia diferente, Miguel Ocampo jugaba encarnizado contra sus amigos en un juego en línea con sus amigos en una de las bancas que rodean la plazoleta. El semestre pasado será algo que no volverán a tener, pero con el entusiasmo de los estudiantes y el impulso de los profesores siente algo que nunca dejarán de sentir.