La agenda informativa en cuanto a la agroindustria y los diferentes sectores que la componen se ha movido mucho en los últimos días; desde la producción avícola hasta la aspersión con glifosato pasando por la actividad de los restaurantes y el posicionamiento de la cocina colombiana en el top de la gastronomía global.

En términos económicos, las actividades agrícolas representan un porcentaje importante en el PIB del país; aportando cerca de un 7% y siendo el sector con mayor generación de empleo, contratando cerca de 278.000 trabajadores directos y más de 500.000 indirectos anualmente; impactando sobre todo en regiones rurales. Las anteriores cifras dan cuenta de la trascendencia del agro en el país y reafirma el hecho de que Colombia es un país netamente agronómico; un dato que desde la academia puede ser utilizado positivamente.

Por lo general, las zonas rurales se caracterizan por mantenerse aisladas de la tecnificación de procesos, la tecnología y la innovación y los habitantes de estos sitios tienen poco acceso a la educación; pero la comercialización del agro refleja cifras considerables. En el más reciente post sobre agroindustria de la revista Agronegocios ´Mentalidad Empresarial, Entre Las Claves Para Reactivar La Agroindustria En Colombia´, Alejandro Sáenz, director de Sáenz Fety señaló que promover la industrialización para la agricultura y visualizar al sector desde los números y las cifras es imprescindible para generar un crecimiento en el sector que reactive la economía y lo haga competitivo y sostenible para cada parte de la cadena.

Por nuestra parte, en la Universidad Salesiana entendemos la situación del sector agrícola y reconocemos además las necesidades de la figura más importante de la actividad; por lo que buscamos aportar nuestro granito de arena en la construcción de un país mejor con justicia social e innovación, mediante la educación y formación de ingenieros agroindustriales que brinden a las zonas rurales procesos tecnológicos asequibles y amigables con el usuario y el medio ambiente para mejorar las condiciones de plantación y cosecha de cultivos. La educación salesiana, contempla además la tecnología como un aliado estratégico del camino hacia el futuro, pero entiende que no es el único, puesto que es fundamental garantizar a los habitantes de las regiones rurales oportunidades para enriquecer su conocimiento, por lo que ha creado un modelo de pedagogía que le permita al aspirante unisalesiano edificarse en ingeniería y licenciatura en educación comunitaria para ofrecer al sector agrícola sostenibilidad y comunicación con el fin de dignificar la vida del campesinado colombiano y minimizar los costos que encarecen la adquisición de alimentos.